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Había una vez, por Luis Bruschtein

Saqueos eran los de antes, los de ahora dicen otra cosa porque está claro que no son espontáneos y que les cuesta mucho extenderse por fuera de los grupos influenciados por los organizadores. Estos saqueos quieren construir un relato, como se dice ahora, aunque la palabra relato se usa para cualquier cosa, en especial para desacreditar. 

Se equipara relato con ficción. En realidad el relato es la forma en que cada quien describe la realidad y relata lo que sucede. Y esa forma es esencialmente política, ideológica, social, étnica, clasista o profesionalista, pero sobre todo, política. El relato es político y se construye a partir de los valores que prioriza quien lo construye, por eso puede haber más de uno sobre el mismo suceso.

¿Cuál es el relato que sugieren los saqueos? Hay uno que quiere subrayar la descripción de una situación de hambruna similar a la del 2001. Y hay otro que enumera la Asignación Universal por Hijo que reciben millones de personas, la incorporación de tres millones de jubilados que habían quedado fuera del sistema previsional y la creación de cinco millones de puestos de trabajo, y dice que, con esas medidas, la situación no puede equipararse a la de 2001. 

Los primeros saqueos en el 2001 no fueron espontáneos, como tampoco lo son éstos. Pero en el 2001 se combinaron con una situación económica explosiva y se extendieron. Los saqueos de estos días muestran más la intención de desgastar y desestabilizar que de resolver un problema de hambre, y además quedan focalizados. En el 2001 se podía ver a familias llevando bolsas de arroz y cajas de fideos. 

El jueves, en Bariloche, los muchachos se llevaban televisores y equipos musicales y quemaban los automóviles de los empleados del súper. En Campana hay detenidos de la barra brava de Villa Dálmine y del Sindicato de Camioneros. En Neuquén hay un detenido de ATE. El Gobierno acusa a estos sectores de la oposición de inducir a estas acciones. Y estos sectores acusan al Gobierno. Son dos relatos muy antagonizados porque están referidos a un punto límite. Pero en ningún tema, hasta en los más insospechados, hay unanimidad.

Por ejemplo, cuando la Fragata Libertad fue retenida y embargada en el puerto de Tema, en Ghana, a partir del reclamo judicial de un fondo buitre, hubo dos formas de contar el suceso. Los grandes medios y los caceroleros responsabilizaron al gobierno nacional por la situación del buque escuela. Pero desde el kirchnerismo se apuntó contra los fondos buitre.
El relato de los grandes medios y de los caceroleros no solamente estaba interesado en llamar la atención sobre la responsabilidad del Gobierno. Esa fue la actitud más consciente en la construcción de ese relato. 

La parte menos visible fue la que evitó responsabilizar a los fondos buitre. Tiene una lógica, porque desde este mismo sector se planteó que había que pagarles y se convocó a crear un fondo patriótico con esta finalidad. Si el que tiene la culpa es el Gobierno según este relato, los fondos buitre tienen razón. Y si tienen razón hay que pagarles, por lo menos para que suelten la fragata. Si se va más atrás en esta lógica: si estos fondos tienen razón, no la tuvo el Gobierno cuando negoció una quita del 70 por ciento de la deuda y tendría que haberla pagado completa.

En este relato, que se asienta en una reivindicación patriótica por el simbolismo del buque, está latente el respaldo a la forma en que se generó la vieja deuda y, en general, el diseño de esa lógica es similar al discurso patriótico de las dictaduras militares que lo formulaban al mismo tiempo que condenaban al país a una dependencia cada vez más estrecha de los organismos financieros internacionales.

El relato del kirchnerismo se ató más a la lógica de repudio al proceso de endeudamiento, a los fundamentos de la negociación que llevó adelante Néstor Kirchner y a su disputa con los fondos buitre, a los que ve como una consecuencia perversa de ese proceso. Por eso rechazó cualquier posibilidad de pagarles y prefirió la vía judicial ante el Tribunal del Mar, que finalmente dictaminó a favor de la Argentina, lo que obligó al gobierno de Ghana a liberar la fragata.

Al relato de los grandes medios le interesa destacar que esto les pasa a los argentinos por el gobierno que tienen. Lo cual es cierto. Pero ese breve enunciado implica todo lo demás en relación con la deuda externa, e inclusive en relación con el concepto de patriotismo. Si se gobernara con los criterios del relato cacerolero granmediático, es probable que a la fragata no le hubiera pasado nada, pero la Argentina estaría enterrada en la crisis infernal de la deuda externa, con miseria, exclusión y dependencia.

Hay una disputa también en el relato periodístico y lo mismo sucede en el plano judicial donde, de alguna manera, fallos y dictámenes se convierten en relatos donde el juez hilvana su visión de los sucesos. En este caso tienen parámetros, valores preestablecidos que tratan de limitar esa posible diversificación. Sin embargo, la larguísima batalla judicial por la ley de medios es una demostración de que puede haber relatos diferentes en la Justicia. Esa posibilidad también quedó expuesta en el controvertido fallo del tribunal de Tucumán que absolvió a todos los acusados en el caso de Marita Verón.

En el primer ejemplo, hay relatos diferentes: la Cámara Civil y Comercial y el juez Eduardo Carbone –que concedió la cautelar por tiempo indefinido a Clarín y después se jubiló–, por un lado. Y el juez Horacio Alfonso y la Corte, por el otro.

Aun dejando de lado cualquier sospecha de connivencias y otras situaciones irregulares, es evidente que el único mecanismo que puede explicar las decisiones de Carbone y de la Cámara es la idea de que la ley atenta contra la propiedad privada o contra la libertad de expresión. Pero en esa conclusión hay una carga política muy fuerte porque es imposible que eso se desprenda del texto en sí de una ley que ha sido estudiada y muy elogiada por los organismos especializados de la OEA y la ONU. 

Por lo tanto esos fallos contrarios a la ley surgirían necesariamente de una valoración del Gobierno. Algo así como que esta ley con otro gobierno sería correcta, pero con éste hasta el más cristiano se vuelve hereje. Por lo menos éste es el planteo de complicidad implícita que esos fallos tratan de buscar en esa parte de la sociedad que funciona con ese axioma. Es la parte de la sociedad de la que, desde el punto de vista social y cultural, también forman parte estos jueces. Hay un relato construido según esos valores que, de hecho y por el argumento que sea, termina favoreciendo a la falsa idea de mercados desregulados y con preeminencia de grupos económicos concentrados, o sea, el poder económico.

Es claro que ese relato se monta en esos implícitos porque el texto de la ley ha sido rigurosamente estudiado por organismos internacionales y porque es imposible negar que el Grupo Clarín ocupa una situación dominante en el mercado. La Corte, que la semana próxima se hará cargo del tema, ya se ha expedido contra las cautelares interminables y ha señalado que la ley no atenta contra la libertad de expresión, con lo cual apunta a un relato diferente al de Carbone y la Cámara.

Otro relato subyace en los fundamentos de la absolución de los acusados en el caso de Marita Verón. En el fallo se subestiman los testimonios de otras víctimas de trata y se los pone fuera del contexto que estaban sufriendo esas mujeres. En realidad, hay un menosprecio por esos testimonios porque no se las acepta como víctimas. Por el contrario: no hay nada menos valorado en una sociedad conservadora, que mujeres en situación de prostitución. Los jueces construyen su relato en el fallo desde esa valoración de hechos, circunstancias y protagonistas. El relato cambia si esas mujeres fueran consideradas como víctimas y por lo tanto testigos importantes del delito de trata que ellas mismas sufrieron.

Desde la oposición se critica al relato kirchnerista porque pinta que todo está bien, lo cual no es cierto. Desde el kirchnerismo se critica el relato de la oposición porque no reconoce nada de lo que se hizo en una gran cantidad de temas en los que ningún gobierno en varias décadas se había atrevido a intervenir. Lo cual también es cierto. En este punto, aunque los relatos son antagónicos, las críticas que se cruzan tienen razón. 

Hay coincidencia en esas críticas porque ambos están reconociendo que esos relatos no son ingenuos ni neutrales y constituyen visiones y argumentos políticos. Pero cuanto más se agudiza la disputa, esos relatos tienden a simplificarse y se esquematizan. En ese punto pierden los dos porque el relato, cualquiera de ellos, es atractivo en la medida en que explica lo que pasa y, si no lo hace, va perdiendo sustento. 

El relato es comunicación, cuenta algo, y para eso requiere una coherencia y un correlato con lo que sucede. Es más eficiente comunicar con simpleza, pero hay un punto en que la simplificación extrema empieza a destruir el relato.

El gran desafío de ser Unidos y Organizados, por Hernan Brienza


Dos imágenes casi idénticas se han repetido en los últimos diez días a la largo del país: Se trata de la foto del equipo titular de Unidos y Organizados en Jujuy y en Córdoba. 

En esas fotos se encontraban los referentes de La Cámpora, La Jauretche, la Corriente Peronista, JP Descamisados, Kolina, Movimiento Evita, el Frente Transversal, La Güemes, Miles, el Frente Grande, Nuevo Encuentro, La Tupac y La Colectiva, entre otros. 

En la foto de Jujuy se podía ver a Andrés Larroque, Emilio Pérsico, Luis D'Elía y Milagro Salas en un abrazo apretado después de los discursos. Es una foto epocal, diría. Porque si el kirchnerismo tiene hoy un desafío real es la construcción de un aparato orgánico y ágil que atraviese los armados nacionales y provinciales del Partido Justicialista. No se trata exactamente de la transversalidad fallida de los primeros años sino de una herramienta que permita entrar y salir en las estructuras de poder territoriales. Hoy todo kirchnerista que se precie y tenga ganas de participar políticamente debería acercarse a esa formación en obra y construcción.

Desde hace varios lustros, el Justicialismo se ha convertido en poco más que una liga de gobernadores –que recuerda mucho a la experiencia roquista de los años ochenta del siglo XIX–, en la que los ejecutivos provinciales tienen bien engarzados todos los resortes del poder local y se convierten en elementos de la inmovilidad política, económica y social. 

Salvo algunos pocos ejemplos, el resto de los gobernadores ha decidido alambrar su territorio y llevar adelante una política de acercamiento presupuestario y alejamiento ideológico y político. Uno puede recorrer las provincias y sorprenderse preguntándose "¿Qué tiene que ver la política nacional kirchnerista con lo que estoy viendo en esta provincia o en este municipio?"

Tomando conciencia de que la vocación transformadora del kirchnerismo no logra penetrar en muchos rincones del país, uno no puede más que preguntarse: "¿Llega pleno el kirchnerismo a las provincias o llega cansado y sin posibilidad de cambiar la realidad de esos territorios?" 

Sin hacer un progresismo a la bartola, comprendiendo también las idiosincrasias conservadoras y francamente retardatarias de muchas oligarquías provinciales, es preciso decir que hay que redoblar la apuesta a la batalla cultural en todos los rincones del país, hasta los más alejados. No se trata de diferencia en las miradas –lo que es sano y positivo para cualquier organización política– sino de conceptualizaciones, y a veces, para ser justos, de simples correlaciones negativas para la política, pero lo cierto es que no son muchos los gobernadores que tienen vocación para enfrentarse con las corporaciones económicas que dominan –monopólicamente– esas provincias. 

Una empresa que garantiza 5000 puestos de trabajo en una provincia como Jujuy, por ejemplo, toma prácticamente de rehén a un intendente o a un gobernador. De esto hay que ser conscientes, claro. Para poder perpetuarse en el poder, entonces, la ecuación es sencilla: basta con decir todo que sí a la familia poderosa de turno. Pero esto no es lo que El kirchnerismo proclama en el ámbito nacional, sino todo lo contrario: No se trata de anticapitalismo barato –dado el mapa actual de condiciones objetivas y subjetivas para la revolución–, pero sí de devolverle a los Estados su potestad y soberanía frente al mercado.

El PEN kirchnerista ha intentado romper esa lógica de alambrados provinciales, estableciendo líneas directas con los intendentes a través de los planes sociales y la obra pública. Pero, a decir verdad, también se reproduce, aunque en menor escala, la obediencia presupuestaria en detrimento de la ideológica y la política. Se me dirá que en este punto mi planteo es ingenuo y que la política es sencillamente acumulación y distribución de recursos, y es posible que lo sea, pero si fuera simplemente eso, no sería tan apasionante. Y si apasiona, ergo, es algo más que eso.

Unidos y Organizados es, sin duda, un aparato político estrictamente kirchnerista. No significa que el kirchnerismo no sea peronista, pero en la teoría matemática de los conjuntos –considerada subversiva por la dictadura militar– hemos aprendido que así como todo lo peronista no es kirchnerista, tampoco todo lo kirchnerista es necesariamente peronista. Por lo tanto, lo estrictamente kirchnerista es Unidos y Organizados. Parece un galimatías pero juro que no lo es. Dentro de esa nueva estructura, sin duda alguna La Cámpora, por la única razón de que es la organización estrictamente creada y monitoreada por la presidenta, tiene reservado un rol protagónico, pero ese lugar les exige a sus dirigentes mayor responsabilidad y generosidad.

La centralidad de UyO no solamente es necesaria para este presente, sino también en el futuro inmediato y mediato. Una organización propia es fundamental para varias cosas:
1) Semillero de dirigentes a corto, mediano y largo plazo.
2) Control de calidad ideológica en los diferentes territorios.
3) Puja de espacios propios en territorios asociados.
4) Estructuras propias en aquellos territorios hostiles.
5) Una relación más sincera con los requechos neoliberales del Justicialismo en diferentes espacios y una invitación a los sectores no justicialistas del kirchnerismo. Es decir, un lugar de contención.
6) Un andamiaje político que permita la discusión, el debate y la fijación de objetivos para construir política propia, pase lo que pase, en el 2015 y 2019.
7) Un despeje de X ideológicas hacia adentro y hacia afuera del peronismo.

Finalmente, otra novedad respecto a UyO es la presencia de otros dirigentes propios del kirchnerismo, que hasta ese momento no habían sido puestos en la primera línea de fuego. Un dato a tener en cuenta es que en los últimos diez días el secretario general de la presidencia, Carlos "El Chino" Zannini ha dado dos discursos en público. En términos estadísticos, habló más en diez días que en los diez años anteriores. No se sabe exactamente qué significa ni qué consecuencias tendrá a futuro. Pero evidentemente no se trata de un síntoma sino de un signo político que en un futuro será develado, claro.


Por lo demás, la propuesta de Cynthia Ottaviano como defensora del Público frente al AFSCA es la gran noticia de la semana en la política del gobierno de democratizar la comunicación audiovisual en la Argentina. Agárrense fuerte, porque la flaca es terrible.
Hernan Brienza

Las anillas de los sueños, por Juan Pablo Molino Torres


El gimnasta Federico Molinari, representante argentino en anillas consiguió un histórico diploma con su puntaje final de 14.733, luego que lograra el octavo puesto de los ocho finalistas en la categoría. Histórico para el deporte argentino.

Corría el año 1996. Juegos de Atlanta. Marcelo Palacios, único representante sudamericano en competir en gimnasia artística, cerraba su primera y última participación olímpica sin pena ni gloria.

Luego de 16 años, la Argentina volvió a tener un referente masculino en Londres, quien además se metió en la historia grande del deporte argentino. Se trata de Federico Molinari, el joven de 28 años que aún sigue representando al club San Jorge de Santa Fe,  quien quedó entre los ocho mejores de los Juegos de Londres en la categoría anillas.

La performance final fue opacada por una salida negativa, tras caer desestabilizado por la exigente maniobra. Si bien el desenlace de la prueba fue correcto, el final fue determinante: 14.733, el puntaje de su nota. “Me la jugué a clavar la salida, porque era la única oportunidad para acercarme al podio”, dijo el santafecino. El planteo resultó ser más arriesgado para superar los 15.333 de la ronda clasificatoria y ponerse a tiro de las puntuaciones más altas. Sin embargo, los jueces fueron severos con la nota final, que finalmente terminara lejos de los 15.900 del brasilero Arthur Nabarrete Zanetti, quien ocupó el primer puesto del podio.

Sin duda, este diploma representa un premio al esfuerzo realizado en este 2012. Pasó las fiestas de fin de año en España, muy lejos de su familia para buscar el sueño de poder representar por primera vez al país en un Juego, ya que no pudo clasificar a los Juegos de Beijing debido a una rotura de ligamentos en su rodilla derecha que le impidió el máximo rendimiento en el preolímpico. Así y todo, siguió compitiendo en el cuadro.

En la ciudad de Madrid, participó en los seis aparatos, con la particularidad de realizar una mejor puntuación en salto (15.466) que en anillas (14.533). Después de sacar 82,564 unidades como puntaje final,  Molinari terminó 51º y se ubicó 26º sin contar a los gimnastas clasificados o con plaza lograda en equipos.

Con estos números, se puede observar la notable evolución del atleta de San Jorge durante este año. Lo terminaron de confirmar sus notables desempeños en las copas mundiales de Ghent y Maribor, donde logró la medalla de bronce en ambas competiciones. También el oro en el Campeonato Panamericano de Especialistas en Medellín. 

En el estadio de North Greenwich Arena, Molinari derramó unas lágrimas emocionantes al ver los felices rostros de sus padres Fernando y Alicia, quienes fueron las principales ruedas de auxilio de su vida afectuosa y deportiva, ya que su papá fue quien convenció a Federico para la dedicación exclusiva a la gimnasia artística ni bien cumplió nueve años.

“Durante mi carrera cumplí todas las metas que me propuse y me quedaba ésta, que era formar parte de los Juegos Olímpicos. Si no lo hubiera logrado, no sé si habría tenido alguna motivación interna que me permitiera seguir dando todo. Yo sentía que los Juegos eran lo que me faltaba”, trasmite Molinari. De arriesgado cierre, pero de corazón valiente.  

Sólo Cristina garantiza el avance de los trabajadores argentinos, por Luis D´Elia


En ocasiones, el general Juan Perón hizo referencia a que toda lucha sectorial debía tener la adecuada correspondencia con los intereses generales de la clase y, por ende, con las líneas directrices del proyecto de Nación. 

No es posible concebir que la disputa de los intereses de trabajadores de determinado sector afecte los intereses del conjunto de la clase obrera y termine siendo usada por intereses foráneos, ajenos y antagónicos a los del pueblo.


Es normal y no debería generar ningún tipo de alteración que, cuando cualquier sector de la economía se encuentra disputando condiciones paritarias, se generen tensiones lógicas y compatibles con el tironeo de intereses que tienen que ver con salario y condiciones laborales; siempre y cuando esa disputa no adquiera connotaciones que busquen hacer colapsar servicios esenciales que afectan la vida y la estabilidad de la comunidad.


Vuelve a mi memoria el lockout de camioneros que colapsó la economía chilena después de 112 días y que, en nombre de los intereses de un sector sindical, liquidó el gobierno de la Unidad Popular que presidía Salvador Allende. Después de décadas nos dimos cuenta de cómo habían operado la CIA, Kissinger y Jimmy Hoffa en el conflicto. O el paro de los petroleros de PDVSA contra Hugo Chávez para  evitar la nacionalización total de la empresa y su control por el gobierno de Venezuela. 


Hay que decir que el Impuesto a las Ganancias aplicado a los salarios en la cuarta categoría data de 1933 y no es un invento de este gobierno; y cierto pico inflacionario adjudicado al consumo popular ha sido una constante a lo largo de estos nueve años. 


Es necesario caminar hacia la derogación de ese impuesto pero seamos conscientes que el remplazo de un impuesto por otro requiere tiempos que quizás no se tengan, en medio del vendaval de la crisis mundial capitalista. Quizá lo más sabio sea una negociación del gobierno y las centrales sindicales en la que se acuerden lapsos, modos y formas para la resolución de la cuestión, cara a los intereses de la clase. 

Recuerdo cuando la CGT llenaba River y respaldaba a Néstor y a Cristina y no se hacían planteos; sólo se hablaba de respaldo al gobierno que ha garantizado mayor acumulación y avance de la clase trabajadora desde 1955. 


En estos nueve años hemos vuelto a tener paritarias, consejo del salario mínimo, vital y móvil, la creación del APE y permanente subsidiariedad y asistencia a la tarea social de los sindicatos, y las jubilaciones con aumentos anuales reglados por ley. 



Es bueno tener memoria y no olvidar que los neoliberales conservadores de los ’90 (que hoy expresan Scioli, Macri, De Narváez) nos tuvieron once años sin aumentos de salarios ni de jubilaciones, que cerraron 185 mil fábricas y dejaron 8 millones de desocupados. ¿Puede un sindicato decir que defiende intereses de su sector y apoyar a su vez políticamente a candidatos de las corporaciones económicas digitados por la embajada estadounidense?

Algunos dicen que los enojos vienen del armado de listas, de la socialización del poder político a la hora de representar el proyecto nacional, popular y democrático. Tengo serias dudas, porque los enojos por estas cuestiones, si se quiere contradicciones de cuarto orden, no pueden llevar a que los trabajadores nos peguemos un balazo en la mano.


Si alguien cree en la Argentina que yéndole mal a Cristina, saboteando el proyecto nacional, popular y democrático, se perjudica a la familia Kirchner o a un grupo de seguidores, se equivoca. Si quiebran a Cristina y a su gobierno sobrevendrá una catástrofe para los intereses populares, en particular para los trabajadores y los pobres de este país. 


Convoco a los trabajadores de todos los sectores de la economía a que reflexionemos, de cara a nuestra historia, que cada vez que nos dividimos, cada vez que lograron quebrar la unidad del campo del pueblo, lo que sobrevino después fue la tragedia, que tuvo el rostro de la represión, la tortura y la muerte, el cercenamiento de derechos, la pobreza, el atraso y los regresos oligárquicos, siempre llenos de odio y de venganza.

Luis D´Elia

Resistencia, por Afredo Zaiat

El diagnóstico económico convencional se encuentra en aprietos porque la respuesta oficial no es el ajuste ante vientos recesivos. Por el contrario, se aplican medidas contracíclicas para amortiguar la caída y generar las condiciones para retomar el crecimiento. 

Por ese motivo analistas y economistas de la ortodoxia parecen desesperados deseando y convocando una recesión. Están descolocados y exageran porque lo único que saben proponer son iniciativas contractivas en momentos como el actual de desaceleración de la actividad. Retroceso que reconoce su origen en factores externos por la crisis internacional, en especial por el escaso dinamismo de la economía brasileña, y también por razones internas debido a las restricciones a las importaciones y en el mercado cambiario que inicialmente impactan en forma negativa en el nivel de actividad.

Un rasgo distintivo de los gobiernos de CFK es rechazar las recetas económicas dominantes en las últimas décadas, desplegadas hoy en forma implacable en Europa. 

Elude las políticas de ajuste presentadas como necesarias por el discurso económico hegemónico, organismos internacionales y líderes políticos de potencias mundiales. La experiencia histórica, como la depresión del ’30 del siglo pasado o la latinoamericana de las décadas del ’80 y ’90, enseñan que medidas de ajuste sólo profundizan la caída de la economía y el deterioro de las condiciones sociales y laborales.

Una cuestión que excede el análisis económico y que corresponde estudiar a otras disciplinas es cómo perduran en el accionar político y en la influencia del sentido común axiomas de resultados desastrosos. La economía convencional ofrece una serie de causalidades, por ejemplo que si en una recesión se recorta el gasto público se recreará un clima de confianza que atraerá inversiones o si se podan derechos laborales las empresas contratarán más trabajadores, que carecen de verificación empírica. Más bien, sucede todo lo contrario a lo postulado y, pese a ello, permanecen como rectores principales del debate y práctica económica.

En relación con el concepto gaseoso de “confianza”, que los gobiernos europeos apelan para instrumentar un impresionante ajuste en sus economías, o empresarios y editorialistas locales mencionan como carencia para referirse a cualquier iniciativa del gobierno de CFK, el Premio Nobel de Economía, Paul Krugman, brinda una interesante definición. En diálogo con Martín Wolf, economista y editorialista del Financial Times, Krugman señala que “la credibilidad suena muy bien, pero la evidencia de que la credibilidad antiinflacionaria es una cosa realmente importante en el mundo real es nula”. El último libro de Krugman End this Depresión Now! critica con dureza la teoría macroeconómica moderna y también la noción de que la confianza de las políticas importa. Krugman apunta que la consistencia de las medidas económicas es el factor relevante más que la apelación a generar “confianza” en los mercados con iniciativas recesivas.

Cuando en 2008 se extendió en la economía mundial la crisis provocada por el estallido de la burbuja de los créditos hipotecarios subprime y la caída de Lehman Brothers, que se expresó en recesión al año siguiente, la economía argentina enfrentó esa fase negativa eligiendo el sendero de expansión fiscal y protección de puestos de trabajo. Descartó las ideas de restringir el gasto público y regresar al financiamiento externo, como proponían economistas del establishment con pronósticos de una fuerte recesión y estancamiento si no se hacía lo que ellos aconsejaban. Una vez más se equivocaron.

Esa experiencia es el principal activo del Gobierno ante el presente contexto de turbulencia económica mundial. Ya probó y sabe qué políticas expansivas son exitosas para enfrentar un ciclo recesivo, además de que sirven de preservación de las bases económicas para luego reiniciar un crecimiento vigoroso. Esta decisión de política económica tiene una trascendencia no del todo valuada. Históricamente lo usual fue ajustar vía aumento de tarifas, impuestos, congelamientos salariales o devaluaciones.

Iniciativas de estatización o de mayor intervención económica en la fase ascendente del ciclo económico pueden estar explicadas por momentos históricos y determinadas circunstancias políticas locales y regionales. No son excepcionales. En cambio sí lo es resistir medidas de ajuste tradicionales en un ambiente económico hostil, local e internacional, dominado por concepciones de la ortodoxia y en un marco de crisis mundial. No sólo es una estrategia política defensiva no aplicar medidas contractivas, sino que iniciativas expansivas son la respuesta económica adecuada.

En 2009, en un escenario político complicado por el rechazo a la Resolución 125 y derrota electoral en las elecciones de medio término y la debacle financiera de Estados Unidos y Europa, las políticas fiscales expansivas amortiguaron la fase recesiva del ciclo económico. La implementación de la Asignación Universal por Hijo y el Programa de Recuperación Productiva (Repro) de protección de empleos, además de los dos primeros aumentos anuales de las jubilaciones, definidos por la ley de movilidad aprobada en octubre de 2008, buscaron mantener el consumo doméstico de los sectores más vulnerables. La economía registró una brusca caída del crecimiento de 6,8 por ciento en 2008 a 0,9 por ciento al año siguiente. Esas medidas expansivas evitaron un retroceso mayor, pero más importante fue que no se destruyeron recursos materiales y humanos permitiendo de ese modo una salida rápida e intensa para reiniciar el crecimiento en 2010

En una situación económica difícil como en 2009, el Gobierno vuelve a eludir recetas recesivas. Con bases expansivas ya operando (AUH, aumentos salariales y de jubilaciones, y obra pública), el aporte adicional proviene de dos decisiones vinculadas a mantener dinamismo en actividades que tienen un importante encadenamiento productivo en la industria. 

Una fue asumir el control estatal de la petrolera nacional YPF, y la otra fue la reciente presentación del ambicioso plan de créditos para la construcción de viviendas.
YPF en manos del Estado se constituye en una herramienta significativa del componente inversión de la demanda agregada, pues el nuevo directorio de la petrolera decidió que destinará recursos por unos 16 mil millones de pesos en este año para ampliar la producción de hidrocarburos. Fondos que el anterior accionista controlante pretendía distribuir entre los socios sin ningún impacto positivo en la actividad doméstica. Ahora esas inversiones volcadas en el mercado local generarán movimientos positivos en diferentes eslabones de la cadena productiva y de servicios que permitirá mantener e incrementar puestos laborales.

El programa de préstamos destinados a la construcción de nuevas viviendas tiene también un efecto multiplicador en la economía al involucrar a otros sectores productivos y de servicios. La movilización de recursos públicos, con terrenos fiscales y fondos del Tesoro, es una política de intervención activa del Estado contracíclica y con efectos redistributivos frente a la desaceleración económica.

Ambas iniciativas tienen una concepción diferente a las políticas aplicadas en otros momentos de shocks externos o internos negativos que afectaron el nivel de actividad. Esas medidas integran el paquete de herramientas de una política keynesiana, opuesta a una contractiva recesiva. Esto es precisamente lo que desorienta a economistas y empresarios que resisten en la ortodoxia pese a la evidencia de su fracaso. 
Por ese motivo equivocan el diagnóstico como también el devenir económico.
Alfredo Zaiat

Los horrores que el Imperio nos ofrece


Un despacho de la principal agencia de noticias norteamericana AP, fechado hoy en Monterrey, México, lo explica con irrefutable claridad. No es el primero, ni será sin duda el último, sobre una realidad que echa por tierra la montaña de mentiras con que Estados Unidos pretende justificar el destino inhumano que reserva a los pueblos de Nuestra América.

¿Qué narra el despacho?

“MONTERREY, México (AP) Cuarenta y nueve cadáveres decapitados y mutilados fueron hallados en un charco de sangre abandonados en una carretera que conecta el norte de la metrópoli mexicana de Monterrey con la frontera de Estados Unidos, en lo que parece ser el golpe más reciente de una escalada de la guerra de intimidación entre bandas de narcotraficantes.

“Los cadáveres de 43 hombres y 6 mujeres fueron encontrados a las 4 de la mañana del domingo cerca del poblado de San Juan, en una carretera que no cobra peaje y que conduce a la ciudad fronteriza de Reynosa. En el arco de piedra que recibe a los visitantes al pueblo alguien escribió con aerosol la leyenda ‘100% Zeta’.”

“El vocero de seguridad del gobierno del estado norteño de Nuevo León, Jorge Domene, dijo en conferencia de prensa que junto a los cuerpos en descomposición se encontró una ‘narcomanta’, en la que el grupo de Los Zetas se atribuyó la matanza.

“Los cuerpos podrían haber tenido hasta 48 horas sin vida, por lo que las autoridades creen que no fueron asesinados en el sitio. ‘Ninguno tiene cabeza y fueron mutilados de sus extremidades inferiores y superiores, lo que complica la identificación’, dijo el funcionario.”

“El procurador del estado, Adrián de la Garza, dijo que no existe denuncia de desaparecidos en los últimos días, por lo que podría tratarse de gente de otros estados mexicanos o incluso migrantes centroamericanos que buscaban dirigirse a Estados Unidos.”

“Los Carteles mexicanos de la droga han estado librando una guerra cada vez más sangrienta para controlar las rutas de contrabando, así como el mercado local de drogas y la extorsión, cuyas víctimas incluyen a los migrantes que buscan llegar a Estados Unidos.

“En lo que va de mayo, 18 cuerpos fueron encontrados en una zona turística cerca de Guadalajara; 23 cadáveres aparecieron decapitados o colgados de un puente en la ciudad fronteriza de Nuevo Laredo, donde la violencia entre los Carteles ha escalado. Este año han aparecido cuerpos en los estados de Veracruz, Guerrero, Morelos, Jalisco, Tamaulipas y Nuevo León.”

“Afirmó que no existen pistas de que la nueva ola de violencia tenga relación con las elecciones presidenciales que se celebrarán en julio. ‘Es la dinámica de la guerra entre Carteles’, dijo.”

Por su parte el portal de Internet BBC Mundo, informa que:

“Las escenas de cuerpos decapitados y mutilados en Nuevo León, donde 49 cuerpos fueron arrojados a la carretera este domingo, sacudieron a muchos por la extrema barbarie exhibida por los asesinos. Incluso en México, que después de cinco años de intensa guerra entre cárteles parecía haberlo visto todo.”

No pocos de los países de Nuestra América están afectados por estos problemas.

En nuestra Patria, los problemas que aquí se relatan, no existen; ¿será por eso que el imperio trata de rendirla por hambre y hostilidad? Medio siglo no ha sido suficiente, y dudo mucho que el imperio disponga de otro medio siglo antes de que, más temprano que tarde, se hunda en su propio fango.



Fidel Castro Ruz

Mayo 14 de 2012

4 y 36 p.m.

Mate Cocido repudia ataque a trabajadores de prensa

Ante el acontecimiento público sucedido el pasado martes 17 en el Honorable Concejo Deliberante de Candelaria, el programa radial Mate Cocido, que se emite por  la 92.9 Radio Más de Posadas, se suma al repudio frente a este hecho de violencia que atenta contra la labor periodística y su libre ejercicio.

Los trabajadores de prensa tenemos la obligación de garantizar la veracidad de cada uno de los registros que tomamos de la realidad y de esta manera también garantizar el ejercicio de la democracia en pleno siglo XXI.

Desde nuestro espacio radial promovemos todo tipo de acciones democráticas, repudiando cualquier forma de violencia, ya sea física, psicológica o de otra índole. No creemos en posturas corporativas, porque somos conscientes de la responsabilidad social y ética que significa la profesión que realizamos. Por eso, en este caso, dado que esta agresión al periodista Daniel Luna se dio en un contexto institucional y dentro de la casa del pueblo, el hecho se hace aún más repudiable.

Por este motivo, los periodistas, tengan título o no, movileros, camarógrafos y afines no podemos permitir más ningún tipo de atropello a nuestra labor de garantizar el acceso a la información a toda la población.

Por ello, exigimos a la justicia que actúe en consecuencia para que se tomen las medidas adecuadas y también de esta forma prevenir y evitar ataques futuros a la libertad de prensa y expresión consagrados en nuestra Constitución Nacional.

Aprovechando este comunicado invitamos a todos los interesados a organizar eventos y celebrar este próximo 3 de mayo el Día Mundial de la Libertad de Prensa implementado por la UNESCO.

Atte.
Equipo de Mate Cocido


No nos han Vencido, por Marcelo Telez

Hace 36 años, ya entrada la madrugada, se escuchaba en las radios argentinas una voz seca, blindada y monocorde. Era la que anunciaba el comunicado número uno de lo que decía ser una nuevo gobierno que reordenaría la Argentina.

"Se comunica a la población que, a partir de la fecha, el país se encuentra bajo el control operacional de la junta de Comandantes Generales de las FF.AA. Se recomienda a todos los habitantes el estricto acatamiento a las disposiciones y directivas que emanen de autoridad militar, de seguridad o policial, así como extremar el cuidado en evitar acciones y actitudes individuales o de grupo que puedan exigir la intervención drástica del personal en operaciones."

Dictaron sus Estatutos; suspendieron la actividad política y los derechos de los trabajadores; intervienieron los sindicatos, la CGT y prohíbieron las huelgas, disolvieron el Congreso y los Partidos Políticos, destituyeron a la Corte Suprema de Justicia; quemaron miles de libros y revistas que consideraban peligrosos; censuraron y se apropiaron de los medios de comunicación y confeccionaron listas negras de autores e intérpretes entre muchas otras aberraciones.

Secuestraron,detuvieron,  torturaron, violaron,  asesinaron, crearon la figura del desaparecido y también robaron bebes.

Destruyeron la Industria Nacional y también se apropiaron de empresas y propiedades mientras endeudaban a nuestro País como nunca antes se había hecho en la historia.

Hasta fueron capaces de entablar una guerra donde los comandantes se rindieron sin disparar ni un solo tiro y mandaron al matadero a jóvenes de 19 y 20 años.

Hoy, son ancianos que están haciendo  algo que jamás en su vida hubieran pensado hacer: rendir cuentas; y mucho menos ante la Justicia. Tanto esfuerzo en parecerse al resto de sus vecinos, tanto trabajo para pasar desapercibido. Tanto tiempo creyéndose intocables.

Pero por un lado la resistencia persistente en No Olvidar de una parte del Pueblo al principio hoy se convirtió en la Memoria de todos; también el no claudicar aceptando los discursos oficiales que hablaban de demonios o de excesos alumbraron la Verdad histórica y finalmente la desición política de encarar desde el Estado la búsqueda de la  Justicia efectiva nos da como resultado este presente en el que en este 24 de Marzo y los restantes días del año decimos hinchándose las venas de nuestro cuello que NO NOS HAN VENCIDO.
Marcelo Telez

Golpe publicitario, por Jorge Repiso


Este 24 de marzo se cumplen 36 años del último y sangriento golpe militar que asoló al país y lo desmembró en casi todos los ámbitos posibles. Hoy, los argentinos transitamos esta democracia y la asumimos como único e indiscutible sistema de convivencia y recordamos aquella fecha como un ejercicio de memoria de algo que jamás deberá repetirse. 

El asalto a las instituciones fue ejecutado por los militares, que pasaron a gobernar por espacio de siete años. Contaron con la anuencia de un sector importante de la población, que resultó así funcional a los intereses militares. Pero también hubo cierto sector de la prensa que se acomodó a las circunstancias y corrió presuroso a aceitar contactos y alianzas. Esta extensa franja de los medios escritos, muchos de ellos con masiva llegada al público, se beneficiaron mediante la difusión de la propaganda del régimen, ya sea como bajada de línea directa del gobierno o bien como publicidad que provenía de empresas y organismos estatales.

Nadie puede escaparles a los archivos. Una reciente investigación consistió en indagar en añejas hemerotecas, armarse de paciencia y recuerdos. El resultado es una serie de avisos pagos que sirven como muestra y que jamás hubieran sido publicados sin una coincidencia ideológica, como lo demuestran las notas que publicaban esos mismos medios. En la actualidad, algunas de esas publicaciones gozan de buena salud y continúan su camino sin haber ejercido ni ensayado una autocrítica. Dos diarios, La Nación y Clarín, y la revista La Semana, de Editorial Perfil, fueron tres que engrosaron sus cuentas en concepto de pauta durante los siete años en los que gobernó la junta militar. La revista de Perfil se llamaba en realidad Noticias de la Semana, y fue la antecesora de la actual Noticias, de la misma editorial.

Desde las empresas manejadas por el Estado se encontraban los bancos, Fabricaciones Militares, ENTel, la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, y los canales de televisión, repartidos entre la Marina, la Fuerza Aérea y el Ejército Argentino.

La Dirección General Impositiva (DGI) desplegó una agresiva e inusual campaña contra la caza de los evasores y difundía su accionar en todos los medios. Se trataba de un “tanquecito” con un garrote en la mano dibujado con un trazo fácil. Una serie de spots gráficos y televisivos invitaba a los ciudadanos a señalar y a denunciar a los infractores, sea empresario, pariente o amigo. Una tarea de la DGI que pretendía ser transferida a cualquier hijo de vecino en forma de delación.

En los diarios, mientras tanto, podían verse avisos del Comando en Jefe de la Armada como de los Estados provinciales. En ejemplares de La Nación, una doble página describía quince obras de infraestructura y vivienda en varias provincias bajo el lema “Sobre la base de un pueblo sano construimos una Nación fuerte”.

“La casa, escuela número uno”, era otra de las campañas encargadas de recordarles a los padres de familia cuál era su función excluyente en el seno de la sociedad. También había dinero de particulares. Un personaje con nombre y apellido pagó una página impar en Clarín en 1977: “…no intrigamos en los organismos internacionales, como lo hacen los asesinos, sino que confiamos en la Justicia de nuestra Patria, injustamente agredida por rumores y falsos testimonios”.

La realización del Mundial de fútbol era inminente, lo que desató una lógica campaña publicitaria privada y oficial. Clarín y La Nación repitieron avisos del Ente Autárquico Mundial 78 (EAM78) y del Banco Central de la República Argentina, que vendía entradas para los estadios. La compañía Italo Argentina de Electricidad también saludó al Mundial, antes de ser desguazada por el ministro de Economía, José Alfredo Martínez de Hoz, conocido por difundir el conocido lema “Achicar el Estado es agrandar la Nación”. Otro eslogan que quedó en la memoria de los argentinos y que muchos pegaron en sus parabrisas sin percatarse fue “Los argentinos somos derechos y humanos”. El texto se siguió publicando en los diarios bajo el auspicio del Banco de la Provincia de Buenos Aires.

“¿Cómo puede usted defender la Soberanía Nacional si no es un soldado?”, cuestionaba una gráfica con un sello donde se leía “Soberanía Territorial Argentina. Soldados, soberanía”. La Argentina y Chile, como se recordará, estuvieron a punto de entrar en guerra a fines de 1978 por el diferendo del Canal de Beagle, que terminó siendo solucionado mediante una mediación papal que llevó a cabo el cardenal Antonio Samoré.

Un año después de lograr el torneo internacional más importante, la selección juvenil de fútbol conseguía el título de campeón durante el mundial desarrollado en Japón. Esos primeros días de septiembre fueron coincidentes con una visita incómoda. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos llegaba al país para entrevistarse con autoridades militares, políticos y actores de la vida pública, además de recibir denuncias y visitar centros de detención. Era esperable encontrarse con reacciones al hojear las páginas de los diarios de los días precedentes. Mientras los militares oficiaban de amables anfitriones, los grupos de tareas seguían matando. Y los medios, facturando. Un comunicado de la Confederación General de Empleados de Comercio fechada el 13 de ese mes en Clarín rezaba en uno de sus párrafos: “…expresamos nuestro anhelo de que el accionar de la CIDH esté dirigido, exclusivamente, a cumplir con los fines de la Carta que le diera nacimiento, sin sujeción a ningún otro interés que no sea el respeto y defensa de la persona humana”. En el mismo diario, días después, miles de firmas atiborraron una solicitada a la que titularon “El Testimonio de la Verdad”. Las tres páginas expresaban solidaridad nacional frente a la campaña internacional y de funcionarios y políticos extranjeros en el país. Una empresa privada de aviación sacó un aviso en el mismo sentido.

Fue durante ese mismo año 1979, ocho meses antes, cuando una publicación fue objeto de un hecho curioso. La tapa del número 115 de la revista La Semana era una más de las tantas que exhibía a la reconocida actriz nacional Graciela Borges. En la página tres, personal de la revista preguntaba por su director, Jorge Fontevecchia, del que no había rastros desde la noche del 5 de enero en que abandonó la editorial. El artículo afirmaba que la desaparición no había sido voluntaria. Pero en el interior de la revista, un aviso en la página 23 invitaba a hacer turismo por la Argentina, y al pie su auspiciante: el Ministerio de Bienestar Social. Liberado diez días después, denunció que estuvo en el centro clandestino de detención El Olimpo. “Ningún sistema es malo si al frente del mismo se encuentran hombres virtuosos. Todos los sistemas son malos si los manejan corruptos”, afirmaba en un extenso editorial en 1978. En mayo 1983, Fontevecchia se exilió en Nueva York luego del cierre de su publicación, y en junio publicó un avance del libro del represor Ramón Camps en las páginas de la revista.

Otras editoriales y publicaciones se beneficiaron de la pauta oficial. Las revistas Somos, Para Ti y Gente, de Editorial Atlántida, prestaron apoyo irrestricto al llamado Proceso de Reorganización Nacional. Otros medios, como el desaparecido diario Convicción, respondía de manera directa a la Marina. Y La Opinión, el diario que fue de Jacobo Timerman, fue directamente intervenido por el régimen dictatorial.

Respecto de Editorial Atlántida, es escandaloso el caso de Alejandrina Barry Mata. Sus padres, Juan Barry y Susana Mata, militantes montoneros, habían sido asesinados en Montevideo en 1977. Alejandrina, de dos años y medio, quedó en poder de militares uruguayos y fue usada para realizar una nota en la cual se la describe como una niña abandonada por sus padres subversivos. “Alejandra está sola”, titula el artículo junto a las fotos de esa nena que hoy, con 36 años, les inició juicio a las revistas del grupo y a los directores de entonces.

Feliz año 1980 les deseaba Papel Prensa a las editoriales usuarias. El botín de guerra cuyos mayores beneficiarios resultaron ser Clarín, La Nación y La Razón saludaba desde las páginas de los matutinos. Fue una serie de avisos, entre ellos una solicitada de diciembre de 1978 en la que explican a la opinión pública el ahorro que significaría producir papel en el país.

El apoyo al gobierno militar tuvo un repunte durante la guerra de Malvinas. La Semana publicó un talón para la cuenta del Banco Nación donde depositar en el Fondo Patriótico Malvinas Argentinas. Los diarios repetirían hasta el agobio las palabras Coraje, Futuro y Victoria por encima de un pulgar en alto y la leyenda “Argentinos, a vencer”. En un extremo del diario decano del periodismo argentino, la foto muestra a un joven soldado metiendo su cabeza en el interior de un auto. “Documentos, por favor”, es el texto del aviso rematado por un “Proteger es querer”.

El exitismo de los medios adictos comenzaba a declinar al concluir 1982, cuando tendrían que agudizar su ingenio en busca de recursos publicitarios que no estuvieran manchados con sangre.

Fuente: Revista Veintitrés

Un derecho, por Silvia Torres

En cumplimiento de sus atribuciones constitucionales, la Corte Suprema de Justicia de la Nación puso fin a la posición de jueces y servicios públicos de salud en torno al aborto no punible, establecido en el Código Penal. Para que no quepan dudas, la sentencia fue emitida por voto unánime de los jueces.

La Corte Suprema de Justicia de la Nación emitió un dictamen unánime acerca del aborto no punible que establece el artículo 86, inciso 2°, del Código Penal y puso así punto final a conductas de jueces y médicos de los servicios públicos de salud que indefectiblemente negaban autorización para llevar a cabo abortos no punibles.

La CSJ emitió su dictamen sobre la base de un caso que alcanzó su jurisdicción, iniciado en la provincia de Chubut y protagonizado por una menor de 15 años embarazada por su padrastro, quien la abusaba desde los 11 y, si bien la interrupción de la gestación ya había tenido lugar, el superior tribunal resolvió sobre la materia para sentar jurisprudencia y efecto sobre casos futuros estableciendo que se deberá practicar el aborto seguro en los ámbitos públicos de salud, ante el requerimiento de toda mujer que, bajo declaración jurada, exprese que fue víctima de violación.

Las razones son fundamentales. En primer lugar, el artículo 116 de la Constitución Nacional establece que“corresponde a la CS y a los tribunales inferiores de la Nación, el conocimiento y decisión de todas las causas que versen sobre puntos regidos por la Constitución y las leyes de la Nación”, o sea, la obligación del tribunal de expedirse en relación con principios establecidos por las leyes, decidir sobre cuestiones que colisionan en distintos niveles de la justicia y reparar toda discriminación que afecte derechos. En segundo lugar, garantizar la justicia para mujeres indefectiblemente pobres, no sólo carentes de recursos económicos sino también jurídicos, de salud y/o educación.

Este último es uno de los aspectos que se destaca de la sentencia, ya que, como es de público conocimiento,jamás se judicializan las infinitas intervenciones a las que recurren las mujeres que poseen recursos económicos para pagar abortos clandestinos, sean o no en condiciones seguras y que tienen lugar en el ámbito de la medicina privada.

Por ello, la sentencia establece que deben atenderse todos los casos y no discriminar si la víctima es o no incapaz mental: “No es punible toda interrupción del embarazo que sea consecuencia de una violación con independencia de la capacidad mental de su víctima”, dice la Corte, ya que la distinción es considerada una“discriminación irrazonable”, de allí que penalizar estaría en contra de los principios de igualdad, dignidad y legalidad. Por lo tanto, dentro de ese marco doctrinario es como se debe entender el mencionado artículo del CP. Para sustentar este criterio, el tribunal trae a colación la propia Constitución Nacional y una abundante referencia a tratados internacionales en los que no se penaliza el aborto producto de una violación, o sea que, penalizar, caería en el ámbito del “incumplimiento de la ley”.

La judicialización del aborto no punible en la que se empantanaron muchos casos que tomaron estado público en los últimos tiempos, incluso en la provincia de Misiones, cae para siempre ante la contundente definición de la Corte que la define como contra legem, es decir, contra la ley, porque plantea una exigencia “donde la ley nada reclama”, creando “un vallado extra entorpeciendo una situación de emergencia sanitaria”, exigiendo “un trámite burocrático, innecesario y carente de sentido” que incumple el artículo 19 de la CN que establece que “ningún habitante de la Nación será obligado a hacer lo que la ley no manda ni privado de lo que ella no prohíbe” y que significa someter a las mujeres a una nueva situación de “violencia”, esta vez de carácter “institucional”.

Exigir la autorización de un juez que los servicios de salud pública han impuesto es, a partir de esta sentencia,una violación de las normas que amerita sanciones a hospitales y médicos, así como también que magistrados, defensores o fiscales están expuestos a juicio político (por incumplimiento de la ley) o a ser acusados de prevaricato (por obrar a sabiendas contra la ley).

¿Cuál es la única exigencia que establece la CS para los casos que recalan en los servicios de salud?: La declaración jurada de la mujer o de su representante legal (si fuera incapaz) afirmando que fue violada, con lo cual se elimina cualquier otro tipo de exigencia como prueba acerca de la violación, la que es considerada tanto “innecesaria como ilegal” además de “cuestionable porque obliga a la víctima del delito a exponer públicamente su vida privada y es también contraproducente porque la demora que apareja pone en riesgo tanto el derecho a la salud de la solicitante como su derecho al acceso a la interrupción del embarazo en condiciones seguras”.

Algunas voces se han escuchado acerca de que puede haber casos en que la mujer mienta, pero la experiencia indica que fueron y serán los menos ya que no hay razones para negar credibilidad a los dichos de una mujer, con los que, además, se construyen sus historias clínicas. Dudar de sus dichos equivaldría a dudar de gran parte o de toda la información con que se cuenta en los servicios de salud. La Corte dirime la cuestión: Es mucho menor admitir una posible transgresión al daño de negar el derecho a una mujer violada. De nuevo, funda su sentencia en privilegiar el derecho.

Para superar la complejidad del sistema judicial argentino, en el que un juez puede dictar sentencia diferente de la de un tribunal superior, con esta sentencia se salva esa limitación, porque la CS establece taxativamente como ilegal cualquier interpretación en contrario, a las que define como ilícitos e inconstitucionales.
(Continuará).